¿Sabes cuál es tu tipo de piel y cómo deberías cuidarla?
Mixta, grasa, sensible, seca… Identificar tu tipo de piel es esencial para cuidarla adecuadamente. Cada persona y su piel es única, pero todas se pueden englobar en cuatro grupos principales. Según sea tu piel, tendrás que elegir unas cremas u otras para conseguir mejorar las imperfecciones propias de cada una y que muestre un aspecto saludable. Además, es importante saber que, a lo largo de los años la piel cambia, así que quizás de joven la tuviste grasa y con la edad tu piel es mixta o incluso seca. Conviene estar pendientes de ella, ver cómo reacciona cuando aplicamos un producto y cambiar la rutina de belleza si no nos funciona.
¿Cómo es la piel grasa?
La piel grasa es una de las más fáciles de identificar porque presenta brillos, poros dilatados, puntos negros o espinillas y puede padecer en algún momento brotes de acné. La piel grasa es más frecuente en la adolescencia y en los jóvenes, sin embargo, también hay adultos que pueden tenerla. En estas pieles, las glándulas sebáceas están muy activas y producen un exceso de sebo que puede taponar los poros, dando lugar a los comedones (espinillas) y a los granos. Es importante elegir productos que estén libres de grasas y no comedogénicos. Nuestra Agua Micelar Natural Amem es perfecta para cuidar estas pieles, gracias a las propiedades antisépticas y calmantes del aceite esencial de mandarina que incluye en su fórmula. Con el uso de las mascarillas, esta piel tiende a presentar brotes de acné, por eso hay que extremar la limpieza y los cuidados.
Características de la piel mixta
La piel mixta es la más habitual y se caracteriza por combinar zonas de piel grasa (frente, nariz y barbilla, que se conoce como zona T) y zonas de piel normal o incluso seca. A la hora de cuidarla hay que elegir cosméticos adaptados a este tipo de piel, que no incrementen la grasa en la zona T, pero que mantengan la hidratación en todo el rostro. Es aconsejable elegir productos de texturas ligeras como nuestro Sérum Natural Amem, que se absorbe rápidamente, sin dejar sensación grasa ni brillos.
Así es la piel seca
La piel seca suele estar tirante, carece de brillo y puede presentar descamación, irritación, picor y enrojecimiento. Es más propensa a las arrugas que la piel grasa y la mixta. El cuidado más importante para la piel seca es la hidratación y nutrición, eligiendo productos que fortalezcan la barrera hidrolipídica para evitar la deshidratación, como nuestra Crema Amem Hidratante y Nutritriva, gracias al ácido hialurónico vegano y a los aceites naturales de onagra o sacha inchi. Por otra parte, en la piel seca es muy importante usar activos que ayuden a retrasar las arrugas y su envejecimiento, como el Kalpariane, extraído del alga marrón Alaria esculenta y presente, en su máxima concentración permitida, en nuestras ampollas antioxidantes Natural Booster Pro Aging Jáukén.
Características de la piel sensible
La piel sensible es, en realidad, un estado de la piel que puede afectar a cualquiera en algún momento. Sus síntomas más evidentes son picor, irritación, tirantez, descamación… La sensibilidad puede estar provocado por patología como la dermatitis atópica, la rosácea, etc. y por factores externos como el frío, la contaminación, el uso de cosmética agresiva, el roce de la mascarilla, la sequedad ambiental… Es importante elegir para su cuidado cosméticos aptos para pieles sensibles. Todas nuestras cremas se pueden utilizar en las pieles sensibles, gracias a sus fórmulas naturales y veganas.
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