8 claves para aprender a desconectar del trabajo y de tu actividad cotidiana
En ocasiones nos cuesta mucho desconectar de la rutina, algo que puede tener consecuencias negativas para nuestra salud física y mental. Permanecer siempre alerta provoca estrés y ansiedad y nos impide disfrutar del presente. Por eso es importante aprender a desconectar. Con estos consejos lo conseguirás.
El teletrabajo ha traído muchas cosas positivas, pero también algunas negativas, y una de ellas es el estar permanentemente pendiente del correo electrónico o del teléfono del trabajo. Muchas personas se sienten asfixiadas por las rutinas diarias y ni siquiera son capaces de dejar de pensar en ellas durante sus momentos de ocio durante los fines de semana o en vacaciones.
Desconectar es absolutamente necesario para nuestra salud física y mental. Cuando no logramos sacarnos de la cabeza todas las tareas que tenemos pendientes no conseguimos tener un sueño de calidad, ni disfrutar de actividades cotidianas como pasar tiempo con la familia o practicar de deporte.
Ese estrés y ansiedad mantenidos en el tiempo pueden tener consecuencias negativas como un cansancio extremo, dolores de cabeza y musculares, trastornos digestivos, problemas relacionados con el sueño, aumento de la presión arterial… Pero no desconectar del trabajo también puede afectarnos a nuestras relaciones sociales, con nuestra familia, nuestra pareja, nuestros hijos…
Por eso es tan importante aprender a desconectar del trabajo y estos consejos seguro que te ayudan:
Disfruta el momento. Para aprender a desconectar es importante vivir el presente y disfrutar con cada cosa que se hace. Poner atención en el desayuno que te estás tomando, el libro que estás leyendo, el paisaje que ves mientras caminas o la conversación que estás teniendo es el primer paso para desconectar.
Practica meditación o mindfulness. La meditación tiene un montón de beneficios: reduce el estrés y la ansiedad, ayuda a conciliar el sueño, aumenta la concentración, la agilidad mental y la memoria. Incluso puede mejorar ciertas dolencias como las migrañas. Te ayudará, en definitiva, a calmar la mente, a centrarte en lo importante en cada momento, y a ayudar a desconectar.
Cambia de ambiente. Si te cuesta desconectar estando en casa, prueba a salir de tu ambiente habitual. Visita lugares nuevos, planifica una escapada, busca sitios diferentes para descubrir… No tiene por qué ser un viaje, puede ser dentro de tu propia ciudad, una cafetería nueva, una calle o zona que no visites de forma habitual, un parque o una zona verde, donde disfrutar de un bonito paisaje, etc.
Cultiva tus aficiones. Las aficiones son esenciales para disfrutar de momentos de ocio y desconectar de la rutina. Busca algo que te guste hacer y dedícale cada día, al menos unos minutos. Puede ser leer, realizar algún tipo de labor (hacer punto, bordar…), hacer un puzzle, restaurar un mueble, escribir un diario, pintar, tocar un instrumento, etc.
Pasa tiempo de calidad con tu familia y amigos. Conversar con tus seres queridos y amigos es otra forma de aprender a desconectar del trabajo y la rutina diaria. Conversar implica escuchar, centrarse en esa persona o personas, disfrutar de ese tiempo que pasas con ellas. Aprovecha para compartir con ellos tus preocupaciones. El simple hecho de hablar un rato te ayudará a olvidarte de todo lo demás.
Apaga el móvil durante un rato. Para desconectar también debes ‘apagar’ o al menos mantenerte alejado del móvil durante un rato. Realiza pequeñas desconexiones a lo largo del día: mientras comes o cenas, cuando llegas casa, etc. Estar permanentemente conectado a las redes sociales, al correo… genera mucho estrés y es uno de los motivos más frecuentes que impide una verdadera desconexión.
Realiza deporte de forma habitual. Practicar deporte es otra forma de desconectar y relajarse. Dedica al menos 3 o 4 días a realizar algún tipo de actividad que te guste. Si es en compañía, como jugar al pádel o al tenis, correr en grupo, mucho mejor, porque conseguirás desconectar más fácilmente.
Dedícate tiempo a ti. Dedica unos minutos cada mañana o cada noche para cuidarte, para cuidar tu piel, tu cabello, tu cuerpo… Son gestos cotidianos que te pueden ayudar a desconectar y a sentirte más relajado. Y si lo haces con nuestra cosmética vegana y orgánica, mejor.
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