8 consejos para ahorrar agua porque cada gota cuenta
El 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, cuyo objetivo es concienciar de la importancia de cuidar este líquido, cada vez más preciado. El agua es un recurso esencial para la vida del ser humano, pero también para los animales y las plantas. Por eso es importante tener unos buenos hábitos de consumo que ayuden a ahorrar agua y proteger así el medio ambiente.
¿Por qué se celebra el Día Mundial del Agua?
En 1992 la ONU proclamó el 22 de marzo como Día Mundial del Agua. Millones de personas no tiene acceso al suministro de agua potable. Además, el déficit de agua, que muchas zonas padecen por la sequía, provocada a su vez por el cambio climático, supone un problema muy grave para todo el planeta.
Aunque la superficie de nuestro planeta está cubierta de agua en un 70,9% aproximadamente, el 97,5% de esta agua es salada.
El agua es esencial para los seres humanos, y para su supervivencia. Por ello el acceso a agua potable y saneamiento es un derecho reconocido por las Naciones Unidas. Sin embargo, el aumento de la población en algunas áreas y el cambio climático, conllevan escasez de agua. Según datos de la organización, el 40% de la población mundial no tiene acceso al agua potable.
El Día Mundial del Agua es un buen momento para reflexionar sobre este bien cada vez más preciado. Y también para concienciar a la población para reducir el consumo. Los pequeños gestos son importantes, además del compromiso de los países desarrollados para poner en marcha políticas que permitan el acceso del agua a los países en desarrollo.
8 gestos que tú puedes hacer para ahorrar agua
Cierra el grifo mientras te cepillas los dientes o te enjabonas las manos. Estos gestos te pueden ayudar a ahorrar hasta 12 litros de agua por minuto. De igual manera, cierra el grifo de la ducha mientras te lavas el pelo o te enjabonas el cuerpo.
No utilices el inodoro como un cubo de basura. Cada vez que tiras de la cadena estás gastando entre 6 y 10 litros de agua. Úsala solo cuando sea necesario. Además, puedes elegir cisternas de doble descarga, y así podrás utilizar una u otra según las necesidades.
Coloca reductores de caudal en los grifos del baño o de la cocina, que impiden que el caudal supere el límite fijado.
Sustituye la bañera por un plato de ducha.
Arregla las fugas de agua. Los grifos que gotean o las fugas en la cisterna pueden suponer un gasto de agua muy importante.
Apuesta por los electrodomésticos eficientes: las lavadoras y los lavavajillas con etiqueta energética no solo tienen en cuenta el gasto de electricidad, también el de agua. Pueden ser más caros, pero a la larga suponen un ahorro, tanto de agua como de luz. Además, úsalos solo cuando estén llenos. Lavar a mano la vajilla supone un gasto muy más importante de agua, que si apuesta por el lavavajillas.
Reutiliza el agua siempre que sea posible. Por ejemplo, si tienes terraza o jardín, coloca un depósito para almacenar el agua de la lluvia que puedes usar para regar las plantas. Si tienes que dejar correr el agua hasta que salga caliente, recógela para fregar los suelos… Aprovecha el agua de lavar las verduras o incluso el de cocer la pasta, una vez que se haya enfriado, para el riego.
Si te gustan las plantas y tienes jardín, elige especies autóctonas que necesitan menos agua, instala un riego automático por goteo, el más eficiente, y minimiza la pradera de césped, que suele necesitar bastante agua para sobrevivir.
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