6 mitos sobre el lavado del pelo que debes desterrar ya

Tener el pelo sano y bonito se encuentra entre las prioridades de todos. Y para ello el cuidado más importante es el lavado del pelo. Se trata de una de las rutinas que más repetimos, pero que sigue despertando dudas, sobre todo, por falsos mitos que, de tanto oírlos, pensamos que son verdad. Repasamos los más conocidos para resolver las dudas en torno al lavado y cuidado del pelo.

El champú tiene que hacer espuma para dejar el pelo limpio. Falso.

Los champús que hacen mucha espuma es porque contienen sulfatos, pero esto no significa que limpien más. Los champús sin sulfatos llevan tensioactivos naturales, biodegradables y respetuosos con el medio ambiente que no hacen tanta espuma, pero que limpian el cabello de forma eficaz.

No se puede lavar el pelo todos los días porque se acostumbra y se cae más. Falso.

Tienes que lavar el pelo cuando lo notes sucio, y si es a diario no pasa nada. Es mejor eliminar la grasa o los residuos que dejarlos sobre el cuero cabelludo. Tampoco se cae más por lavarlo más a menudo. La frecuencia del lavado depende del tipo de cuero cabelludo: los grasos se tienen que lavar a diario o cada dos días, mientras que un cuero cabelludo seco o sensible, es mejor no lavarlo más de 2-3 veces a la semana. Además, también depende del estilo de vida, si haces deporte a diario, deberías lavar todos los días tu pelo. Eso sí, si lavas el pelo a diario, es aconsejable que elijas un champú suave y respetuoso con el cuero cabelludo y el cabello, que haya sido formulado para el lavado frecuente. 

Hay que cambiar el champú cada cierto tiempo porque el pelo se acostumbra a él y ya no es tan efectivo. Falso.

Si un champú va bien y el pelo está sano y brillante no hay por qué cambiarlo. Solo es necesario cambiar de champú cuando el cabello está apagado, sin brillo o el cuero cabelludo está irritado o presenta otras molestias. En tal caso, sí es necesario renovar la rutina y buscar otro champú que pueda ayudarnos a mantenerlo sano, bonito y brillante. 

Hay que frotar fuerte para lavar bien el pelo. Falso.

Lo único que conseguiremos si frotamos muy fuerte el pelo es que la cutícula se abra y el pelo se encrespe más. Hay que masajear suavemente el cuero cabelludo con los dedos, dejar actuar el champú entre 1 y 3 minutos, y con los dedos lavar la melena sin frotar. Lo más importante es lavar el cuero cabelludo que es donde se acumula la suciedad, y lo que determina el buen crecimiento del cabello. 

Cuanta más cantidad de champú uses más limpio estará tu pelo. Falso.

Echa una cantidad de champú equivalente a una cucharilla de postre, emulsiona en las manos y aplícalo en el cuero cabelludo, previamente húmedo. Si lo lavas a diario no hace falta que hagas un segundo lavado. Si lo lavas cada dos o tres días, sí deberías hacer dos lavados.  

Hay que usar agua caliente para lavar el pelo. Falso.

El agua muy caliente reseca el cuero cabelludo y deshidrata el cabello. Hay que lavar el pelo con agua tibia y, si se aguanta, realizar el último aclarado con agua fría para aumentar el brillo del pelo. El agua fría activa la circulación sanguínea, oxigena el folículo piloso y sella la cutícula. De esta manera tu melena tendrá un aspecto más bonito.

Un champú natural, sin sulfatos y de uso frecuente

Nuestro champú Natural Amem es perfecto para el lavado diario del pelo. Está formulado con ingredientes ecológicos, skin and eye friendly, entre los que destaca el aloe vera, la proteína de trigo, el aceite de ricino y el extracto de cola de caballo. Todos los tensioactivos son de origen vegetal. Esta formulación es ideal para lavar y cuidar cualquier tipo de cabello, aportándole elasticidad, y controlando la caída.